La Enseñanza y la Neurociencia
Mientras que la habilidad de los seres humanos para aprender hace tiempo que es objeto de estudio de la neurociencia, una nueva línea de investigación propone a la enseñanza como una habilidad cognitiva específicamente humana. Te compartimos extractos de una entrevista publicada en Pagina/12 realizada a la doctora Cecilia Calero acerca de la enseñanza y la neurociencia.
- Aprender a enseñar… ¿cómo es eso?
Se trata de ver cómo es que los seres humanos nos convertimos en maestros. Desde hace mucho tiempo se está investigando cómo es que los humanos y los animales aprenden, tanto a nivel cognitivo como a nivel molecular. Pero el tema de la enseñanza está prácticamente vacante: hay muy poco trabajo hecho al respecto.
Y enseñar, creo, es una de las cosas que nos diferencian a los seres humanos del resto de los animales.
- Pero los mamíferos superiores enseñan… Les enseñan a sus hijos cómo cazar, por ejemplo
En realidad hay una definición estricta, técnica, de lo que significa “enseñar”, enseñar enseñan muchos animales, pero en general lo que enseñan son conocimientos que van a ser imprescindibles para la vida cotidiana: comer, defenderse, a cazar. Los seres humanos, sin embargo, enseñamos cosas aparentemente irrelevantes, que no nos cambian nuestro nivel de adaptación al medio.
- ¿A qué tipo de enseñanza se refiere? ¿A la que se imparte en los primeros momentos o a la que se imparte en la universidad?
En los primeros momentos uno enseña cosas muy importantes, que es obvio que van a cambiar la capacidad de adaptación, pero uno sigue enseñando cosas a lo largo de la vida. Es un tema muy amplio el de la enseñanza, y lo que nosotros decidimos fue agarrar algo muy concreto y muy chiquitito para poder hacer una pregunta que tuviera algún sentido.
Y esa pregunta podría ser: ¿es una habilidad natural de los seres humanos? ¿Es algo que uno aprende o viene con uno?. Lo que nosotros queremos ver es cómo aparece la habilidad cognitiva docente en los nenes chiquitos, de hecho, los experimentos son en nenes de entre 2 años y medio y 8 años.
- ¿Y esos nenes enseñan?
El experimento es simple, ellos vienen, juegan conmigo a un juego que yo les enseño y después aparece un tercer participante (algún compañero de laboratorio), a quien el nene le tiene que enseñar. Es muy distinto lo que significa enseñar para un nene chiquito y para una persona más grande. Tienen diferentes capacidades para abstraer, las reglas que se expresan son distintas.
Nosotros tratamos de ver, por ejemplo, cuál es la capacidad verbal, qué nivel de abstracción utilizan cuando están explicando algo, si se refieren a cosas concretas (tamaños, colores, formas) o dan una explicación más elevada y hablan de cualidades de los objetos.
Para que seamos más claros, contemos el experimento. Hay un peluche que “huele” dos flores de goma eva por separado. Una, arbitrariamente, lo hace estornudar y la otra no. Después pongo al peluche con las dos flores juntas y le pregunto al nene cuál es la flor que lo hizo estornudar, para ver si se acordó de cuál era.
- ¿Y eso cómo se conecta con la neurociencia?
Bueno, de alguna manera los nenes tienen que ir adquiriendo las habilidades cognitivas de enseñar. Tenemos que tratar de ver cuáles son esas habilidades cognitivas que van adquiriendo, y sobre eso no hay absolutamente nada estudiado.
Por ahora, estamos en la parte comportamental: tratando de ver si, puestos en la situación, los niños pueden enseñar. Después vamos a ir a la parte funcional, a tratar de ver mediante imágenes qué parte del cerebro se activa.