Principios Didácticos de Stocker, K.
El aprendizaje lúdico se basa en los principios didácticos de Stocker, K.:
- Carácter científico. Toda enseñanza tiene un carácter científico apoyado en la realidad.
- Sistematización. La realidad es una, forma un sistema y se divide de acuerdo con el objeto de estudio sin perder su carácter sistémico. En el proceso educativo los conocimientos se planean y estructuran de manera que el “estudiante” los integre como un todo.
- Relación entre teoría y práctica. Los contenidos son teóricos, pero para su asimilación se requieren actividades prácticas.
- Relación entre lo concreto y lo abstracto. Los “estudiantes” hacen abstracciones mediante la observación directa o indirecta de la realidad en procedimientos que incluyen explicaciones, observación, interacción y retroalimentación.
- Independencia cognitiva. Aprender a aprender es el carácter consciente y la actividad independiente de los “estudiantes”.
- Comprensión o asequibilidad. La enseñanza es comprensible y posible de acuerdo con las características individuales del “estudiante”.
- De lo individual y lo grupal. Se conjuntan los intereses del grupo y los de cada uno de sus miembros para lograr objetivos propuestos y tareas de enseñanza.
- Solidez de los conocimientos. Trabajo sistemático y consciente durante el proceso de enseñanza en contra del olvido.
A partir de estos principios, en el aprendizaje lúdico se desarrollan estrategias directas e indirectas:
DIRECTAS:
- Estrategias nemotécnicas: para adquirir conocimiento o ser capaz de repetir actividades eficientemente.
- Estrategias cognitivas: se utilizan como instrumento de generación de conocimientos; permiten deducir, inferir y formular hipótesis.
- Estrategias comunicativas: permiten una comunicación real entre participantes y entre facilitador y participantes.
- Estrategias compensatorias: por medio de la evaluación, se confirma el aprendizaje y se corrige lo necesario.
INDIRECTAS:
- Estrategias metacognitivas: se interiorizan y transfieren los conocimientos para volverlos significativos, porque el juego permite experimentar, probar, investigar, ser protagonista, crear y recrear.
- Estrategias afectivas: se manifiestan los estados de ánimo y las ideas propias, lo que conlleva al desarrollo de la inteligencia emocional. La necesidad incide en la motivación y, cuanto más motivado esté un participante, más aprovechará los recursos de los que dispone, más estrategias utilizará para conseguir su objetivo, generará mayor confianza y aprenderá mejor y más rápido.
- Estrategias sociales: al programar los contenidos estratégicos se tiene en cuenta la variedad de participantes con diferentes estilos de aprendizaje, necesidades y culturas. Se logra que el participante tenga diversas perspectivas del mundo y se integre a los espacios sociales que se le presentan.
Muy interesante el conocimiento del principio didáctico para el aprendizaje de las ciencias, que nos brinda Stocker K,