Seis estilos de liderazgo emocional

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Los seis estilos de liderazgo emocional

Todo líder debe saber que existen seis estilos de liderazgo emocional que son útiles para llevar a cabo en diferentes circunstancias.

La investigación científica muestra que el estado emocional de un líder puede afectar a todos en una organización. El estado de ánimo del líder puede provocar una reacción en cadena que afecte no sólo la moral sino también la productividad y los resultados.

Entonces, como líder, desarrollar un mayor nivel de inteligencia emocional (IE), es decir, su capacidad para gestionar sus propias emociones y leer las de otras personas, es una habilidad empresarial importante.

A continuación te explicamos los seis estilos de liderazgo emocional, cuándo utilizarlos y cómo desarrollarlos.

El líder visionario

El enfoque visionario del liderazgo se resume en la frase «Ven conmigo». Los líderes visionarios son inspiradores, les dicen a sus equipos hacia dónde se dirigen, pero no dictan cómo llegarán allí: alientan a los miembros de su equipo a usar su propia iniciativa para resolver un problema o alcanzar un objetivo.

La empatía es el aspecto más importante del liderazgo visionario.

El liderazgo visionario es más eficaz cuando su organización necesita una nueva visión o una nueva dirección dramática, o para ayudar a su equipo a gestionar el cambio. Sin embargo, es menos probable que sea eficaz cuando trabaja con un equipo que tiene más experiencia que usted. En estos casos, es más probable que el liderazgo democrático sea eficaz.

El liderazgo visionario puede generar los resultados más positivos de los seis estilos de liderazgo, pero también puede resultar abrumador si se utiliza demasiado.

Para desarrollar un estilo de liderazgo visionario, concéntrese en aumentar su experiencia, visión, confianza en sí mismo y empatía. Anímese con el cambio y deje que su equipo vea su entusiasmo. Recuerde, ¡es contagioso!

El líder del coaching

El enfoque del líder de Coaching es: «Prueba esto». Este estilo conecta las metas y valores personales de un miembro del equipo con los objetivos de la organización.

Este estilo es empático y alentador, y puedes usarlo cuando quieras concentrarte en desarrollar a las personas para el éxito futuro. El estilo se centra en tener conversaciones profundas que pueden tener poco que ver con el trabajo actual de las personas, centrándose en cambio en planes de vida a largo plazo y cómo estos se conectan con la misión de la organización.

Este estilo tiene un impacto positivo. Establece simpatía y confianza y aumenta la motivación.

Utilice el estilo de coaching cuando tenga un miembro del equipo que necesite ayuda para desarrollar habilidades a largo plazo, o si sienta que él o ella está «a la deriva» en su organización y podría beneficiarse de una relación de coaching o mentoría.

Sin embargo, el coaching puede fallar cuando se utiliza con un empleado que no se esfuerza o que necesita mucha dirección y retroalimentación. En estos casos, el liderazgo que marca el paso o impone el ritmo puede ser más eficaz.

El líder afiliativo

El lider afiliativo considera que “las personas son lo primero”. Este estilo promueve la armonía dentro del equipo y enfatiza las conexiones emocionales.

Conecta a las personas fomentando la inclusión y resolviendo conflictos. Para utilizar este estilo es necesario valorar las emociones de los demás y tener una gran conciencia de sus necesidades emocionales.

Utilice este estilo siempre que haya tensión o conflicto en el equipo, cuando se haya roto la confianza o si el equipo necesita estar motivado en un momento estresante.

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Los líderes que utilizan el estilo afiliativo están muy centrados en las emociones. Entonces, aprenda cómo resolver conflictos y cómo ser optimista.

El líder democrático

El líder democrático pregunta: «¿Qué opinas?» El estilo de liderazgo democrático se centra en la colaboración. Los líderes que utilizan este estilo de liderazgo buscan activamente la opinión de sus equipos y confían más en escuchar que en dirigir.

Este estilo se utiliza mejor cuando necesita que su equipo participe en una idea o generar consenso. También es eficaz cuando necesita la opinión de su equipo.

El estilo de liderazgo democrático no debe usarse con personas inexpertas, carentes de competencia o que no están bien informadas sobre una situación. Es mejor pedir opiniones a miembros del equipo que estén motivados, informados y capaces.

Para desarrollar un estilo de liderazgo democrático, involucre a su equipo en la resolución de problemas y la toma de decisiones, y enséñeles las habilidades que necesitan para hacerlo. También trate de mejorar sus habilidades de escucha activa y facilitación.

El líder que marca el paso

El líder que marca el paso dice: «Haz lo que yo hago ahora». Este estilo se centra en el rendimiento y el logro de objetivos.

Los líderes que marcan el ritmo esperan excelencia de sus equipos y, a menudo, se esfuerzan por asegurarse de que se cumplan los objetivos. Este estilo no “mima” a los que tienen un desempeño deficiente: a todos se les exige un alto nivel.

Si bien este puede ser un estilo exitoso, puede tener un efecto negativo en el equipo, provocando agotamiento, fatiga y una alta rotación del personal.

Pruebe el estilo de liderazgo marcar el paso cuando necesite obtener resultados de alta calidad de un equipo motivado, rápidamente. Es posible que también desees trabajar en tus habilidades de motivación, para poder obtener lo mejor de tu gente.

El líder al mando

El líder al mando exige: «Haz lo que te digo». Los líderes dominantes utilizan un enfoque autocrático. Esto a menudo depende de órdenes, de la amenaza (a menudo tácita) de medidas disciplinarias y de un control estricto.

Por lo tanto, es importante recordar que la gente en los países democráticos está acostumbrada a tener un alto nivel de control sobre sus vidas y su trabajo, y que este enfoque podría privarlos de ello. Es más, como este estilo de liderazgo a menudo se utiliza mal, puede tener un efecto profundamente negativo en un equipo.

El estilo de liderazgo dominante se utiliza mejor en crisis para impulsar cambios rápidos y con miembros problemáticos del equipo. Sea cauteloso cuando se proponga desarrollar un estilo de liderazgo dominante.

Recuerde, de los seis estilos de liderazgo emocional, este estilo es muy fácil de usar incorrectamente y solo debe usarse cuando sea absolutamente necesario. Para trabajar eficazmente en estas situaciones de alta presión, aprenda a gestionar una crisis, pensar con rapidez y tomar buenas decisiones bajo presión.

(Fuente: https://www.mindtools.com/)

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